miércoles, 15 de junio de 2011


52 MILLAS AL NORTE

A mis ventanas

y su empeñoso mirar.

Todo suena tan inestable que el hueco que lo espera

teme ser rebosado de insignificancia

por lo pronto, la ventana

la única retina que asume lo cotidiano con rectangularidad y honradez,

sin que ningún párpado humedezca lo que su empeñoso mirar registra

Son heroicas mis ventanas

porque con el tiempo han aprendido a mirar para adentro

Mirarme

siendo ya demasiado para una pobre y aguzada ventana,

aún así sospecho que lo hacen con dulzura,

con autoridad pública y desapremio

admiro su silencio, su solicitud y puntualidad

para defenderme del escalofriante panorama de una ciudad cada vez más desconcertante y afrentosa.

JUAN SALAZAR NY

invierno del 94.